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Según científicos, el futuro de la Tierra no es nada alentador. "Estamos hablando de un desarrollo que puede conducir a una catástrofe global", declaró hace poco Achim Steiner, experto de la ONU.
Los científicos calculan que hambrunas, insuficiencia de agua y enfermedades tropicales estarán a la orden del día en las próximas décadas. Fenómenos extremos como las olas de calor seguirán siendo más frecuentes y los huracanes tropicales más intensos, en particular con el incremento de la velocidad del viento.
El impacto será distinto en diversas regiones. En Europa el cambio del clima favorecería a los países del Norte. Mientras que en esas zonas aumentarían los bosques y las zonas agrícolas, en el Sur se reducirían a consecuencia de la sequía y de las inundaciones. En particular, la República Checa se vería afectada por olas de calor y sequía.

Cambios climáticos afectarían a todos los continentes. La selva amazónica se transformaría en sabana y en los Andes se derretirían amplias zonas de glaciares. Argentina, Brasil y Perú serían afectadas por insuficiencia de agua. En el Caribe debería aumentar el número de los huracanes.
Víctima del calentamiento global sería también Australia, donde las sequías causarían frecuentes incendios en los bosques. Mientras tanto, en Asia podría sufrir una drástica insuficiencia de agua que afectaría hasta mil millones de personas.
Los científicos dejan poco lugar a las dudas de que el ser humano es el culpable de los cambios climáticos. Señalan que desde el comienzo de la era industrial han aumentado considerablemente las concentraciones de dióxido de carbono y de otras sustancias nocivas en la atmósfera. Aseguran que el cambio climático es un fenómeno real que amenaza a la humanidad.
Mientras que la Unión Europea se comprometió a reducir para 2020 sus límites de emisiones un 20 por ciento con respecto a los niveles de 1990, los EE.UU. se oponen a las reducciones obligatorias.